euronews (en español)
31/01 19:53 CET
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Invierno del 74. Una mujer
acaba de morir de frío tras ser expulsada de su domicilio. El abate
Pierre pide que esa misma noche, en todas las ciudades de Francia,
se cuelguen pancartas iluminadas con un mensaje muy sencillo: “Tú, que
sufres, seas quien seas, entra, duerme, come y recupera la esperanza.
Aquí, te queremos”.
60 años después de esa iniciativa que llevó posteriormente a la
creación de la asociación Emmaus, hay gente que sigue viviendo y
muriendo en la calle. Hay incluso más que antes, y no son sólo sin
techo. También hay víctimas de la crisis que malviven en tiendas de
campaña, caravanas o apartamentos sin calefacción y en muchas ocasiones
sin agua.
En ese aspecto las cifras en Francia son alarmantes: de 2001 a 2013
el número de personas con alojamientos precarios aumentó un 50%.
El problema afecta a más de tres millones y medio de franceses:
141.000 viven en la calle, y 2,8 millones en alojamientos indignos.
Pero la situación tampoco es halagüeña fuera de las fronteras francesas. El número de sin techo se ha disparado en toda Europa en los últimos años. Sobre todo, en los países más afectados por la crisis, pero también en grandes ciudades como Londres.
En la UE, el 27% de los niños y jóvenes menores de 18 viven en riesgo de pobreza
o exclusión, frente al 24% de los adultos. El 9% de la población
europea se encuentra en situación de privación material severa.
Los más afectados por este problema son los niños, las mujeres, los jóvenes menores de 25 y los gitanos.
Una realidad aplicable a los países más sacudidos por la crisis. En Grecia
con un índice de paro de más del 16% cada vez es más difícil pagar las
hipotecas, por lo que el número de vagabundos aumenta sin cesar. Son
personas que en muchos casos tienen un nivel de estudios alto y que se
han visto en la calle de la noche a la mañana.
Volviendo al caso de Francia, acabar con los alojamientos precarios
fue una de las promesas del candidato Hollande, que aseguró que
construiría más viviendas sociales. A la espera de resultados concretos,
se requisan temporalmente locales vacíos, medidas muy mediatizadas pero
consideradas insuficientes por los afectados.