"Se puede volver a nacer a cualquier edad"

Las drogas y un abandono familiar destrozaron su vida.
Hoy, Iñaki es un ejemplo para las 150 personas que convierten, 
cada noche, 
el asfalto de Bilbao en su almohada.





Viviendo a la intemperie.

La de Iñaki es una voz grave, entrecortada, que delata una vida dura a sus espaldas. Hay una conexión casi perfecta entre el timbre de su voz y sus palabras, en cómo relata pausadamente los cuatro años que vivió en la calle. El principio de su historia no es muy diferente a la de otros muchos que hacen de la calle su casa. "Perdimos a mi aita, perdimos el piso. Aquello, en parte, me llevó a consumir drogas". Con esas tres breves frases resume Iñaki con simpleza una situación desgarradora. No hace falta más, el resto se cuenta sin palabras.

Vive desde hace dos años en un centro de Cáritas en Indautxu. "Estar aquí lo ha significado todo para mí. Tengo mi medicina, un espacio para estudiar y leer, y hasta una familia". A sus 41 años este bilbaíno lleva casi dos años alejado de las drogas y compartiendo hogar con medio centenar de personas en su misma situación. "Ha sido duro pero hay que luchar y pedir ayuda", confiesa. Sin embargo, no todo depende de quienes pasan la noche al raso: "La sociedad también debe contribuir para que dejemos de ser invisibles".

Él cuenta su historia en primera persona, sabiendo que fue uno más de los 150 que duermen a la intemperie en las calles de Bilbao. Cajeros, coches y bancos se convierten en las camas improvisadas de los 'sin techo' del botxo. Cuatro de ellos han muerto en los últimos meses.



Retratos sin rostro.

Bilbao es la capital vasca que registra un mayor número de personas pernoctando en las calles, muy por encima de Vitoria (29) y más del doble que en San Sebastián (66). Una cifra que se explica por la mayor población de Bizkaia, pero también por la inmigración y la presencia de centros de acogida. Estos datos se extraen de un estudio realizado en colaboración con los tres ayuntamientos de las tres capitales y la administración vasca, que desvela que unas 1.700 personas vagan sin hogar en el conjunto de Euskadi.

El documento dibuja un perfil mayoritario de hombres, menores de 35 años y con estudios de bachillerato en uno de cada tres casos. "El objetivo era tanto contar y cuantificar, como caracterizar y conocer más datos sobre esas personas", explicó Joseba Zulaika, director del SIIS, durante la presentación esta semana del análisis. El dato positivo es que un 85% acaba recurriendo a los comedores y residencias sociales que tienen a su disposición, y tan solo un 15% de ellos duermen al raso.

Agresiones en la calle.

Más de la mitad de los 'sin techo' asegura haber sido víctima de algún tipo de violencia. "No pasa todos los días, pero cuando se vive con tanta inseguridad, es normal que la gran mayoría haya sufrido alguna agresión, ya sea entre ellos o por la mala idea de otro ciudadano", relata Joseba Gaya, representante de la Plataforma por la inclusión residencial y a favor de las personas sin hogar en Bilbao (BesteBi).

Hoy, Iñaki puede contar su historia desde las paredes que ya considera su hogar, un techo que le ha devuelto la esperanza. "¿Se puede volver a nacer?", reza la última pregunta. "Antes ni me plantearía esa frase, pero hoy estoy convencido: se puede volver a nacer a cualquier edad", asegura con una sonrisa. 

 20.10.13 - 01:41 -
El Correo.com